El cuerpo humano está compuesto de agua en un 75% de su peso al nacer y casi en un 60% en su edad adulta. Por eso es importante que mantengamos hidratado nuestro cuerpo, en este articulo os informamos sobre los alimentos más ricos en agua.
Las fuentes de agua de nuestra dieta son fundamentalmente: el líquido obtenido de las bebidas, el agua contenida en los alimentos ingeridos y el agua que se produce durante la metabolización de los hidratos de carbono, la grasa y las proteínas que consumimos.
La ingesta diaria recomendada de agua para hombres adultos es de 3,7 litros y para mujeres adultas de 2,7 litros.
Los alimentos más ricos en agua
Entre los alimentos más ricos en agua destacan principalmente las verduras y frutas que se indican a continuación:
- El pepino: contiene 96.6% de agua y sólo 13 Kcal por cada 100 gramos de alimento. Aporta gran cantidad de fibra y vitaminas C y E.
- La lechuga aporta 95% de agua y sólo 19 Kcal por cada 100 gramos. Contiene fibra, provitamina A y vitamina C y E.
- La sandía: Con un 93% de agua y sólo 29 Kcal por cada 100 gramos. Es interesante su contenido en vitaminas A, C, E, B1 y B6 junto el potasio y la fibra.
- La calabaza: Hasta con un 92% de agua y sólo 28 Kcal por cada 100 gramos, es ideal para elaborar en forma de puré, salteado, brocheta, relleno o en ensalada. Contiene una abundante cantidad de fibra y destaca por el contenido en provitamina A. Además son una fuente de antioxidantes como carotenos, licopenos o vitamina C.
- La fresa: Contiene un 85% de agua y sólo 37 Kcal por cada 100 gramos. Destaca su contenido en vitamina C ya que 100 gramos de fresas cubren la cantidad diaria recomendada. También aportan potasio, magnesio y un aporte moderado de fibra.
Aparte de los alimentos vegetales encontramos otros con cierto contenido importante en agua como el yogurt (con hasta un 86% de agua), el pescado blanco (82%), el marisco (hasta un 79%) y el huevo (75%).
La correcta hidratación ayuda a mantener la capacidad de concentración y de memoria. Además, ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y disminuye la probabilidad de infecciones virales respiratorias. Fomenta la eliminación de toxinas y desechos por lo que reduce las dolencias y trastornos renales como cálculos, infecciones o piedras. Y favorece la absorción y disolución de nutrientes a la vez que facilita la digestión y activa las enzimas esenciales para suministrar energía a nuestro organismo.
Nota: Dado que el historial de salud y las necesidades nutricionales de cada persona son muy diferentes, asegúrese de hablar con su médico y un dietista registrado para obtener consejos sobre la dieta y el plan de ejercicios adecuados para usted.