Con tantas dietas que hay por ahí, es fácil perderse y entender las necesidades de tu organismo. Como resultado de esto, la gente está optando cada vez más por comer con conciencia y llevar unos hábitos de vida más saludables. Así que la pregunta es ¿Qué es comer con conciencia y en qué se diferencia de la dieta?
Comer con conciencia significa escuchar a tu cuerpo para saber qué comer en lugar de hacerlo por estrés o de forma impulsiva. ¿Realmente tienes hambre? ¿Tú estómago ruge? ¿Estás perdiendo la concentración? Esos son signos inequívocos de que tu cuerpo necesita comida.
1. La mayoría de las dietas no funcionan.
Cada vez más estudios sugieren que la dieta tradicional no es una solución a largo plazo para perder peso. Un estudio reciente probó varias dietas de pérdida de peso y concluyó con que incluso gente que había sido guiada por expertos volvía a ganar el peso perdido a pesar de la motivación y la instrucción. Otro estudio de UCLA descubrió que dos tercios de los sujetos del estudio ganaron más peso del que habían perdido inicialmente. Si las dietas a corto plazo no funcionan. ¿Qué lo hace? Una dieta a largo plazo saludable, equilibrada y llena de comidas sabrosas, frescas y nutritivas que puedas disfrutar es una forma mejor de vivir. Comer con conciencia puede ayudar.
2. Cualquiera puede comer con conciencia
Comer con conciencia se centra en pequeños cambios de comportamiento durante las comidas, como limitar las distracciones, comer despacio, pararse a sentir cuando uno está saciado y tomarse tiempo para saborear la comida de una dieta equilibrada. Estas prácticas puede adquirirlas cualquiera, independientemente de tu género, etnia, poder adquisitivo y alergias o preferencias alimenticias.
3. Aumenta tu autoestima
La gente que come con conciencia normalmente tiene mayor bienestar y menos complejos sobre su cuerpo. No dejan de comer comida que disfrutan, pero cuando lo hacen se toman el tiempo y la concentración para apreciar lo que están comiendo. Cuando te das permiso para comer cuando y como quieras o necesites, ganas una sensación de confianza sobre tus decisiones que, si se hacen con conciencia, pueden llevar a mejorar tus elecciones alimenticias.
4. Comer con conciencia promueve la pérdida y control de peso
Comer con conciencia te hace ser más cuidadoso sobre lo que necesitas, y la comida que eliges suelen ser más equilibradas e incluyen tanto comida sana como pequeños caprichos. Será mucho más difícil que entres en ciclos de ayunos y excesos que se dan con una dieta basada en normas muy estrictas. Por ejemplo, un investigador de imagen corporal se dio cuenta de que la gente que practicaba el comer con conciencia pesaba menos de media que los que no lo hacían. Investigadores de otro estudio independiente descubrieron que los participantes que habían empezado a comer con conciencia y concentración perdieron más peso que el resto.
5. Las “comidas prohibidas” se hacen menos tentadoras.
Una vez te das cuenta de que tú puedes comer helado cada noche, con el tiempo entenderás que no te sienta bien, así que no lo harás. Cuando eres consciente de lo que comes, y tu único foco es concentrarte en tus sentidos, un delicioso postre pasa a ser menos apetecible en cada bocado.
6. Es realista y se pude mantener de por vida
Esta es la parte favorita de nuestra nutricionista. Pregúntate a ti mismo: ¿Puedes realmente comprometerte a una vida de dietas de moda? ¿Estás preparado para prohibirte el pastel de chocolate de por vida? Si eres honesto contigo mismo, la respuesta es no. Escucha a tu cuerpo cuando te diga que pares de comer y en cómo seleccionar los elementos que son tanto agradables como nutritivos.
7. La conciencia convierte comer en algo placentero y saludable
La conciencia no es necesaria para todos. Toma tiempo acostumbrarse a un acercamiento diferente para planificar, preparar y consumir tus comidas. Pero para aquellos que pueden tomarse su tiempo, escucha a tu cuerpo, dale lo que necesita y refléjalo en lo que comes. Esta práctica puede cambiar tu relación con la comida a mejor.
Nota: Dado que el historial de salud y las necesidades nutricionales de cada persona son muy diferentes, asegúrese de hablar con su médico y un dietista registrado para obtener consejos sobre la dieta y el plan de ejercicios adecuados para usted.